Son las siete de la tarde y sentado tras el volante de un Mercedes-AMG A 45 S pongo rumbo a uno de mis tramos de montaña favorito al encuentro de Nacho, un sixter que se acaba de hacer con Mercedes-AMG GT R.
Esas curvas del paso de rueda posterior, su largo morro, la suave caída del techo… una elegante estampa para el nuevo atleta de AMG que desataba toda su furia un par de años después de su lanzamiento con la llegada del Mercedes-AMG GT R, un AMG GT convertido en una auténtica bestia, más potente, con una puesta a punto mucho más deportiva y presencia aún más contundente.
A los pies de una desierta estación de esquí, me espera Nacho, su Mercedes AMG GT R plateado y una sonrisa que no le entra en cara, esa sonrisa cargada de ilusión de quien acaba de poner en su garaje un coche de semejante talla.
Ese imponente morro de nuevo, esa branquia lateral que nos advierte del V8 biturbo que late por ahora con un ronroneo grave pero suave bajo el capó, esa elegante curva que forma su techo y sobre todo esa zaga que te deja sin aliento, con el ensanche de los pasos de rueda, con ese difusor en el que se engarzan a la perfección las salidas de escape y por supuesto con ese alerón de fibra de carbono que, aerodinámica al margen, le de un toque más canalla al AMG GT y deja claro a ajenos que este no es un Mercedes AMG GT “normal”.
Su color plateado me parece todo un acierto para el AMG GT R. Un color, el plateado, que tanto a acompañado en los éxitos deportivos a la marca y que asociamos inmediatamente a ilustres de Mercedes de la talla del Mercedes 300SL o el SLR.

Nacho es un sixter relativamente reciente, una gran nueva incorporación para la familia. No me cabe la menor duda de ello después de escuchar las no pocas buenas palabras que varios sixters me han contado sobre él en los últimos días. Se unió tras la recomendación de otra sixter en un trackday y quedar sorprendido con lo que vio en el vídeo del Europe Tour 2018 para acto seguido encontrarse con la acogida en la comunidad, “piña desde el minuto 1”, me puntualiza al preguntarle por aquella primera aproximación a 6to6, algo de lo que personalmente puedo dar buena cuenta si echo la memoria atrás y recuerdo mi primera vez con la Six.
Por delante, los próximos kilómetros, esa exquisita sucesión de curvas que hay desde Navacerrada a Rascafría, uno de los mejores puntos para conducir de la Comunidad de Madrid y un entorno perfecto para conocer más a fondo las primeras sensaciones de Nacho con su nuevo AMG GT R
“Nacho, ¿qué es lo que más te ha gustado por ahora del Mercedes-AMG GT R?”.
“Es un coche imponente tanto por fuera como por dentro. Como entrega el par, su sonido el tacto de los materiales…"
La concentración que exige el tramo de montaña, el asfalto húmedo por la lluvia y el radical conjunto de chasis y motor del AMG GT R no borra ni un centímetro de la sonrisa de Nacho. La banda sonora del V8, esos 585 CV, retumban entre los árboles que bordean la carretera desierta en una tarde que ha tornado el paisaje casi en una estampa más propia del norte del país, convirtiendo prácticamente el escenario en un valle asturiano.

“¿qué me dices de la respuesta del V8?”